Un estudio descubre cómo los ácidos grasos omega-3 ralentizan el crecimiento de los tumores

Un estudio descubre cómo los ácidos grasos omega-3 ralentizan el crecimiento de los tumores

Algunos se sorprenderán al saber que existen buenos ácidos grasos que el cuerpo humano necesita a pesar de la prevalencia de dietas bajas en grasas. Entre los ácidos grasos omega-3, el DHA es particularmente importante porque es crucial para la función cerebral, la visión y la regulación de los fenómenos inflamatorios. El DHA también juega un papel en la reducción de la incidencia de cáncer.

Exactamente cómo el DHA reduce el La incidencia del cáncer fue objeto de un importante descubrimiento por parte de un equipo de científicos de la Universidad de Lovaina. Los investigadores han aclarado el mecanismo bioquímico que permite que el DHA y los ácidos grasos relacionados retrasen el desarrollo de tumores dentro del cuerpo. El equipo dice que este es un avance importante y se publicó recientemente en una revista científica.

En 2016, los investigadores descubrieron que las células en un microambiente ácido dentro de los tumores reemplazan la glucosa con lípidos como fuente de energía para multiplicarse. En 2020 los científicos demostraron que las mismas células son las más agresivas y adquieren la capacidad de salir del tumor original, provocando que el cáncer metastatice. Los investigadores comenzaron a evaluar el comportamiento de las células tumorales en presencia de diferentes tipos de ácidos grasos.

El equipo descubrió que ciertos ácidos grasos estimulaban las células tumorales mientras que otros ácidos grasos las mataban. El equipo descubrió que el DHA envenena las células cancerosas. El DHA ataca a las células cancerosas a través de un fenómeno conocido como ferroptosis, que es un tipo de muerte celular ligada a la peroxidación de ciertos ácidos grasos. Cuanto mayor sea el número de ácidos grasos insaturados en la célula, mayor será el riesgo de oxidación. Normalmente, un entorno ácido dentro de las células tumorales obliga a las células a almacenar ácidos grasos en gotitas de lípidos que las protegen de la oxidación.

Sin embargo, en presencia de grandes cantidades de DHA, las células tumorales se abruman y no pueden almacenar el DHA, que se oxida y conduce a la muerte celular. El equipo utilizó un inhibidor del metabolismo de los lípidos para prevenir la formación de gotitas de lípidos y observar que el fenómeno se amplificó aún más, confirmando los mecanismos identificados y abriendo las puertas a posibles tratamientos combinados. El equipo utilizó un sistema de cultivo de células tumorales en 3D conocido como esferoides y, en presencia de DHA, el esferoide primero crece y luego implosiona.

El equipo administró dietas enriquecidas con DHA a ratones con tumores, y el desarrollo del tumor se ralentizó significativamente en comparación con una dieta convencional. Los investigadores recomiendan que los adultos consuman al menos 250 miligramos de DHA por día, significativamente por debajo de los 50 a 100 miligramos por día de la dieta promedio.

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