Las personas a las que les gusta el clima frío pueden tener una mutación genética útil
¿Eres una de esas personas que usan pantalones cortos en pleno invierno, van a nadar cuando todos los demás todavía usan chancletas y descubren que pueden manejar los campamentos de invierno con más comodidad que sus amigos? Si es así, puedes ser una de las muchas personas que tiene una mutación genética relacionada con una mayor resistencia al frío, un beneficio en climas fríos, pero que puede conllevar un sacrificio en el rendimiento deportivo.
Los hallazgos provienen del Karolinska Institutet, que encontró que casi una de cada cinco personas tiene fibras musculares que carecen de la proteína α-actinina-3. Se ha descubierto que esta mutación, que puede haber sido beneficiosa en el pasado distante cuando los humanos migraron a regiones frías, ayuda a mantener a alguien caliente.
La proteína solo se encuentra en las fibras musculares de contracción rápida, y alrededor del 20 por ciento de la población mundial carece de esta proteína como resultado de una mutación genética, según el nuevo estudio, que es el primero en relacionar la pérdida de esta proteína con un aumento de la resistencia al frío.
Los hallazgos se basan en un estudio de 42 varones adultos sanos a quienes se les asignó la tarea de sentarse en agua a 57 ° F hasta que su temperatura corporal bajó a alrededor de 96 ° F. Se utilizó electromiografía para medir la actividad eléctrica en los músculos de los participantes durante este tiempo. Además, se tomaron biopsias musculares para estudiar la composición de la fibra.
Los resultados mostraron que los participantes que carecían de la proteína tenían más fibras musculares de contracción lenta, lo que les permitió conservar el calor corporal de una manera más eficiente. Mientras que las fibras musculares de contracción rápida provocan escalofríos, las fibras de contracción lenta experimentaron más contracciones iniciales, produciendo calor.
Sin embargo, queda una gran pregunta: ¿qué efecto tiene esto en el rendimiento del ejercicio? Si bien estudiar este aspecto es complicado, los investigadores explican:
Las personas que carecen de α-actinina-3 rara vez tienen éxito en deportes que requieren fuerza y explosividad, mientras que se ha observado una tendencia hacia una mayor capacidad en estas personas en deportes de resistencia.